Presencia
escénica en la obra de César del Valle
En sus últimas instalaciones,
César del Valle retoma los principios
básicos del arte Minimal y del dibujo como concepto ampliado, al proponer
geometrías en relación directa o
en contraposición con las estructuras de los espacios.
Cada propuesta surge de una pregunta existencial por el hacer como dibujo y
como reto para enfrentar nuevos desafíos que evidencian
un dibujante refinado venido a un presente depurado y reflexivo.
César vive y analiza cada espacio,
habita cada sala que, ya de hecho, es un vacío significante desde donde
reflexiona para definir las condiciones específicas que requiere su
intervención y así, empezar de nuevo. Allí instala estructuras
esquemáticas, planos invisibles: unos paralelos -Nacimiento, Pereira,…; Línea y superficie, Medellín, 2019-,
otros aparentemente paralelos –Diurno, Medellín, 2019-. Cada plano se advierte definido por
sus aristas correspondientes –arcos y/o rectas-, imponiendo su color azul como
complemento de la idea espacial y propiciando sensaciones corporales en el
espectador que contempla extasiado la escena.
La presencia estética de la geometría instalada como
“objeto” o como símbolo, nos invita a movernos alrededor para tomar consciencia
de nuestras relaciones cuando nos movemos, contemplamos, dudamos, cruzamos el
plano invisible -como si cruzáramos una frontera-, nos devolvemos para
ubicarnos en el umbral y desde allí aguzamos la visión para medir y comparar la
experiencia escénica instaurada. Las verticales paralelas se ajustan con
precisión al par reproducido. “Lo mejor
del arte nuevo -dice Robert Morris- toma
relaciones de la obra y las convierte en una función del espacio, de la luz y
del campo visual del observador.” Nada pasa inadvertido en estas escenas
minimalistas, pues en ellas se activa
una doble presencia: la estética ya mencionada, y la presencia escénica,
definida por las atmósferas manipuladas a través de fuentes lumínicas, y, por
la perspectiva performativa de quien las experimenta estéticamente.
Armando Montoya. Medellín, julio 11 de 2019